martes, 31 de julio de 2007

"El amor es ciego"

Caminaba con mis manos en los bolsillos, mientras la observaba. Parecía seguir el mismo rumbo que yo, pero ni siquiera podía caminar de la forma en que yo lo hacía, ya que mantenía sus manos ocupadas todo el tiempo, para tantear su camino. Éramos muy diferentes.

Ella no tenía una vida normal, no podía caminar y conversar al mismo tiempo, no podía darse el lujo de ir escuchando música en su viaje, tampoco reírse junto a amigos de su categoría. Era especial, porque tenía que ir concentrada durante todo su trayecto. Ponía atención a cada una de las cosas, utilizando sus cuatro sentidos con la máxima capacidad.

Me fijé en cada una de sus actitudes, intentaba analizar su forma de vida, pero me era difícil. Éramos muy diferentes.

Observe como lo hacía para viajar, era increíble la forma en que llevaba cuenta de todo, “realmente no tengo esa capacidad”, pensé al observarla.

Se bajó en la misma estación que yo, caminó hacia el alimentador y se subió sin vacilar, quedé impresionado de su seguridad, además de que confirmé que nuestros caminos eran similares. Me bajé en el “16”, al voltearme, noté que ella también lo había hecho. “Estoy matando”, pensé, “me debe haber visto y me sigue por algo”, pero era realmente imposible, jamás podría haberme visto. Éramos muy diferentes.

2 comentarios:

elmurotehabla dijo...

y no llevaba un bastoncito??

yo siempre me he pregntado como lo hacen los ciegos pa andar en micro

ianini * dijo...

Qué gusto leerte, oye
digno de Transantiago en 100 palabras :B